jueves, 31 de diciembre de 2015

Eternity

Lo que te deseo para mañana es que quieras,
y no me da igual a quien, no, quiero que te quieras a ti.
Y no sólo quiero que te quieras, también quiero que te sonrías,
quiero que te mires al espejo y te perdones por todo lo que no pudo ser
y decidas seguir intentando-te.

Quiero que te abraces y acaricies cuando todo vaya mal,
y te recuerdes que ya estás más cerca de conseguir que vaya bien.
Te deseo, con todas mis fuerzas, que te cojas de la mano
y te enamores de ti,
para así poder enamorarte de alguien.

Quiero que te apetezcas,
que hagas caso a los tópicos como ''Mañana a lo mejor no estás aquí''
porque cuando quieras empezar a hacerlo,
ya no estarás.

Quiero que dejes de tocar tus sueños con la punta de los dedos
y los agarres, arrastres y aprietes con las dos manos,
fuerte, muy fuerte, tanto que hagas que reclamen su derecho a ser reales.

Y no te lo deseo porque empiece un nuevo año,
lo hago porque mañana es un nuevo día,
aunque eso nunca nos importe tanto.

Te deseo lo peor, lo mejor y lo que haya en el medio,
ojalá cada día sea un giro esperado de 180º,
te desoriente, te fascine, te horrorice,
que sientas con ganas y con miedo,
pero que sientas.

Te deseo que no mueras en vano entre cientos de ''¿y si?''
y lo hagas rodeado de arrepentimiento y orgullo.
Arrepentimiento porque sabes que debiste haberlo pensado dos veces,
orgullo porque  no lo hiciste.

Quiero que de tanto sentir, cuando llegue el momento hayas vivido mil vidas,
porque convertiste cada momento en una de ellas.
Quiero que recuerdes que podrán quitarnos la vida
pero los sentimientos no nos los quita ni la muerte.


Porque, de hecho, la sentimos,
sólo que no lo contamos.



Feliz... lo que tú quieras. 
Pero feliz.


lunes, 28 de diciembre de 2015

Síndrome de la vibración fantasma

A algunos ya no nos quedan más cigarros en los que vernos reflejados
nos hemos olvidado de como no consumirnos
ya no distinguimos entre la muerte o la vida,
aunque estemos más muertos que vivos.

¿En qué momento sentir dejó de ser una opción y pasó a ser un esfuerzo?

Ya no queremos la adrenalina de una mirada,
ni el estimulante mental que provoca una persona,
ni el subidón de la risa,
ya ni siquiera nos importan los besos.
Ahora ansiamos vidas artificiales que sostengan nuestro corazón con las dos manos,
y lo aplasten creando latidos de papel.
Nos hemos vuelto una mentira.

Qué podemos reprochar a la mecanofobia, si de tanto construir máquinas nos hemos convertido en ellas.
Ya no quedan abrazos, hemos asesinado el amor,
y el poco que nos queda se lo hacemos a Facebook.

Los niños ya no salen a jugar,
ahora se quedan en casa perdiendo la bendita inocencia que una vez tuvieron,
porque Internet no entiende de edades.

Mientras los adultos abrazamos la falsa libertad que creemos tener,
y besamos las esposas que nosotros mismos nos pusimos
en el momento en que decidimos que vivir había dejado de ser la mejor opción,
porque preferíamos creer que estábamos vivos.

Humanos que dicen ser racionales,
que pierden la razón cuando no encuentran el teléfono
y ni siquiera hacen esfuerzos por buscar su alma.

Somos la raza de cenizas,
sedentarios que se sientan delante de un televisor,
abrazan un ordenador y besan un móvil,
disfrutando del calor de una máquina que dice ser un libro,
pero no huele a.

Y cuando queramos recuperar lo que nosotros mismos nos hemos arrebatado,
ni siquiera sabremos por dónde empezar
porque ''cómo volver a ser personas'' 
no tiene resultados en google.








viernes, 25 de diciembre de 2015

El positivismo ha muerto

la autodestrucción hecha persona
hace tiempo que mi boca sabe a escombros,
soy puro fuego que arrasa y destruye,
sigo esperando supervivientes

llevo demasiado tiempo sin (poder) mirarme a un espejo
evitándome para ver si así desaparezco
...
no hay manera

la inspiración no quiere acercarse a mí,
hasta el miedo está asustado,
ni en Roma se han visto tantas ruinas

mi vida se resume en un rastro interminable de gotas
color tormento,
porque escribir sigue siendo la metáfora perfecta de sangrar

no podría decir con exactitud el momento en el que me perdí,
sí la persona
sería bastante hipócrita decir que me he buscado,
 cuando ni me atrevo a encontrarme...

tengo fobia a las mayúsculas,
porque significan principio
y cuando algo empieza, algo acaba,
por eso evito los puntos finales

la vida es más bonita entre suspensivos,
y mi punto y final que lo escriba otro por mi,
total, todos tenemos la suerte de no presenciar el cierre de nuestra historia
eso que lo lloren otros

la vida es un salto y todo salto acaba en impacto
que pocas veces suele ser leve,
y que siempre deja algún que otro rasguño permanente
que nos hace recordar que la belleza de un precipicio se aprecia al tocar fondo,
ni antes ni después

es en el golpe donde está el encanto...
en la fidelidad del dolor
pues será lo único que jamás te abandone